Fibra: ¿Cuándo no se recomienda su consumo?
La fibra es un alimento muy consumido y hay varias opciones en una alimentación diaria que la poseen. Solo hay que cuidar la ingesta del agua para que no aparezcan problemas de estreñimiento.
La fibra está principalmente en frutas, verduras, granos enteros y legumbres. Así que es importante si se busca tener una buena salud digestiva, ayudar a mantener un peso saludable y reducir el riesgo de sufrir diabetes, enfermedades cardíacas y algunos tipos de cáncer.
Según el portal Mayo Clinic hay dos tipos de fibra: La soluble y la insoluble. La primera se disuelve en agua para poder formar un material gelatinoso. Está en la avena, los guisantes, los frijoles, las manzanas, los cítricos, las zanahorias, la cebada y el psilio.
La fibra insoluble ayuda con el aumento del volumen de las heces, así que es ideal para una buena evacuación.
Alimentos como harina de trigo integral, el salvado de trigo, los frutos secos, los frijoles y las verduras, como la coliflor, los frijoles verdes y las papas, son buenas fuentes de fibra.
LAS LIMITACIONES DE LA FIBRA CON CIERTAS ENFERMEDADES
Medlineplus detalla que hay personas con ciertas condiciones de salud que no deberían consumir fibra o en muy bajas cantidades. Esto ocurre en el caso de:
- Síndrome del intestino irritable
- Diverticulitis
- Enfermedad de Crohn
- Colitis ulcerosa
Si una persona se ha sometido a una ileostomía o colostomía, deberían disminuir temporalmente su consumo. Si hay una obstrucción intestinal, es posible que tenga que reducir su ingesta de fibra a largo plazo.
No hay que seguir una dieta baja en fibra para la enfermedad de intestino irritable, a menos que tenga deposiciones disparadas o historial de constricción.