Él es Bruno, el primer personaje autista de la serie infantil 'Thomas y sus amigos'
El personaje será interpretado por actores autistas.
La famosa serie infantil "Thomas y sus amigos" ha incorporado a su elenco a su primer personaje autista, en un intento por diversificar la representación en pantalla.
En un comunicado de prensa, Mattel informó que el nuevo amigo de Thomas se llama Bruno, quien debutará este mes, y es "un tren de vagones de freno alegre y que hace juegos de palabras".
La compañía anunció que el nuevo personaje de la serie será interpretado por los actores autistas Chuck Smith, de 10 años, y Elliot García de 9, en Estados Unidos y el Reino Unido, respectivamente.
AUDIENCIA QUE MERECE SER CELEBRADA
El personaje con autismo fue desarrollado por Mattel Television en colaboración con organizaciones como Autistic Self Advocacy Network (ASAN) y Easterseals Southern California, así como con los escritores y defensores del autismo Daniel Share-Strom y Aaron Likens.
Christopher Keenan, vicepresidente senior, presidente y productor ejecutivo de Mattel, mencionó:
El movimiento abarca orgánicamente a una audiencia global que está subrepresentada y merece ser celebrada en la programación infantil".
Asimismo, señaló que el "cuidado y el pensamiento" se utilizaron para crear una representación ficticia precisa de un niño autista.
¿CÓMO ES BRUNO?
Según la descripción del personaje, Bruno cuenta con una linterna para indicar su estado emocional y orejeras que pueden echar vapor si se siente sensible a los ruidos fuertes,
Mattel explicó que el personaje también sabe a dónde conducen todas las pistas en Sodor y tiene preferencia por los horarios y las rutinas.
La compañía también mencionó que Bruno es excelente en su trabajo y mantiene estable la carga grande y pesada con sus fuertes frenos, un papel vital en 'Thomas & Friends: All Engines Go'.
¿QUÉ ES EL AUTISMO?
Clínica Mayo explica que el trastorno del espectro autista es una afección que se relaciona con el desarrollo del cerebro que afecta la manera en la que una persona percibe y socializa con otros, lo que provoca problemas en la interacción social y la comunicación.
De acuerdo con la clínica estadounidense, el trastorno, que comienza en los primeros años de infancia, comprende también patrones de conducta restringidos y repetitivos. Además de afecciones que anteriormente se consideraban independientes, como el autismo, el síndrome de Asperger, trastorno desintegrativo infantil y una forma no especificada de trastorno generalizado del desarrollo.
Los niños suelen presentar síntomas en el primer año y un número reducido de menores parecen desarrollarse de manera normal en el primer año y después pasan por un periodo de regresión entre los 18 y los 24 meses de edad, cuando aparecen los síntomas de autismo.
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Clínica Mayo detalla que un niño o un adulto con trastorno del espectro autista puede tener problemas con la interacción social y las habilidades de comunicación, incluso presentar alguno de los siguientes signos:
- No responde a su nombre o, en ocasiones, parece no escucharte
- Se resiste a los abrazos y las caricias; además, parece que prefiere jugar solo y se abstrae en su propio mundo
- No suele hacer contacto visual y carece de expresión facial
- No habla o tiene un desarrollo tardío del habla, o bien pierde la capacidad que tenía para decir palabras u oraciones
- No puede mantener ni iniciar una conversación o, tal vez, inicia una solamente para pedir algo o nombrar elementos
- Habla con tono o ritmo anormal y es posible que utilice una voz cantarina o que hable como un robot
- Repite palabras o frases textuales, pero no comprende cómo usarlas
- No parece entender preguntas o indicaciones simples
- No expresa emociones ni sentimientos y parece no ser consciente de los sentimientos de los demás
- No señala ni trae objetos para compartir sus intereses
- Aborda interacciones sociales de forma inadecuada comportándose de manera pasiva, agresiva o perturbadora
- Tiene dificultad para reconocer señales no verbales, como la interpretación de las expresiones faciales de otras personas, las posturas corporales o el tono de voz