Estudio asocia una mala calidad del sueño con mayor riesgo de desarrollar Alzheimer
El estudio corroboró una relación entre los malos hábitos para dormir y el riesgo de Alzheimer.
Un nuevo estudio corroboró la relación entre la mala calidad del sueño y un mayor riesgo de Alzheimer en personas sin deterioro cognitivo.
La investigación, liderada por académicos de la Fundación española Pasqual Maragall, fue publicada en la revista científica Brain Communications y sus resultados han sido calificados como relevantes para contribuir a la definición de futuras terapias.
Investigaciones previas ya habían analizado la relación entre la calidad del sueño y este tipo de demencia que causa problemas con la memoria, el pensamiento y el comportamiento, pero a partir de datos epidemiológicos y comparando frecuencias de síntomas o enfermedades sobre muestras de población pequeñas.
LA RELACIÓN ENTRE EL SUEÑO Y EL ALZHEIMER
No obstante, en este trabajo se empleó la cohorte más grande hasta la fecha y se agregaron biomarcadores de líquido cefalorraquídeo, los cuales predicen incrementos futuros de la patología en personas sin síntomas identificables del Alzheimer.
Con estos datos los académicos han podido validar la hipótesis de que la falta de sueño sí tiene una relación con esos biomarcadores.
El equipo de investigadores analizó los datos de más de mil 100 adultos mayores de 50 años, incluyendo biomarcadores del Alzheimer en el líquido cefalorraquídeo, la calidad del sueño y el rendimiento cognitivo.
Con la toma de muestras de líquido cefalorraquídeo y el análisis de éstas en un período de 1.5 años, los expertos evaluaron el efecto de la calidad del sueño inicial sobre el cambio en los biomarcadores del mal de Alzheimer a lo largo del tiempo.
Los resultados también mostraron que una duración del sueño corta -menor a siete horas- se relaciona con valores más altos de proteínas tau, biomarcadores clave para medir el riesgo de este trastorno en fase preclínica, es decir, antes de la aparición de los síntomas.
La investigadora, Laura Stankeviciute, resaltó que sus resultados refuerzan la hipótesis de que la interrupción del sueño puede ser un factor de riesgo para el Alzheimer y destacó la necesidad de futuros estudios para probar la eficacia de las prácticas preventivas que ayuden a disminuir la patología de la enfermedad del Alzheimer.