¿Cómo afecta el estrés a la salud de tu piel?
¿Sabías que cada una de las células de la piel resienten el estrés?
Es importante mantener la tensión al mínimo para disfrutar de una piel sana | UNPLASH
El estrés genera todo tipo de efectos en el cuerpo: el corazón se acelera, la respiración también, los músculos se tensan y cada una de las células de la piel lo resienten.
Tu piel se puede ver afectada por el estado emocional que estes atravesando, pues presentar episodios de estrés puede producir enfermedades como dermatitis atópica, o el acné mismas que pueden empeorar si el paciente no controla su estrés.
La piel y el cerebro
La función principal de la piel es la protección, esta cuida a los demás órganos de factores externos como bacterias, sustancias químicas, temperatura y contaminantes que se encuentran en el ambiente mediante las glándulas sudoríparas, los vasos sanguíneos y las terminales nerviosas que la componen.
De acuerdo con el portal de Asepxia, cada una de esas partes está en contacto directo con el cerebro, el cual ante ciertas situaciones complicadas libera diferentes hormonas como el cortisol, que influye en la salud, la apariencia de la piel y puede generar o empeorar todo tipo de problemas en ella como:
- Barros, granitos y puntos negros
- Calvicie de tipo Alopecia areata
- Dermatitis o inflamación
- Comezón, irritación y enrojecimiento
- Herpes
- Descamación
- Verrugas
- Vitiligo
Disminuye el estrés y mejora la salud de la piel
Te damos algunas técnicas para disminuir esa tensión y angustia que pueden acumularse y hacer estragos en tu cutis.
- Siéntate en un lugar tranquilo, cierra los ojos y respira profundamente.
- Realiza tu deporte o ejercicio favorito regularmente.
- Considera la meditación, el tai chi, el yoga o cualquier método que incluya estrategias de movimiento, respiración y relajación.
- Sal con tus amigos, habla con tus compañeros, tu familia o pareja con frecuencia.
Tener un nivel bajo de estrés se suma a otros factores para mantener una piel en perfectas condiciones como mantener una alimentación equilibrada, dormir lo suficiente cada noche, tomar agua todos los días y utilizar protector solar según Asepxia
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