Formas de fortalecer el sistema inmunológico de los niños
Los niños cuando comienzan el año escolar su sistema imunológico está vulnerable.
El sistema inmunológico es importante que esté en niveles normales para protegerte de gripes. | Cleveland Clinic.
La dietista registrada Julia Zumpano, RD, indicó que los suplementos pueden ser un refuerzo inmunológico para los niños
Pero en general, “realmente fomentamos la comida, no los suplementos ”, dice Zumpano. Destaca que los suplementos no están regulados en los Estados Unidos.
" Debido a que no existe un organismo regulador en torno a estos suplementos, no estamos 100% seguros de que un suplemento realmente nos brinde lo que dice".
Los alimentos fortificados como la leche, el yogur, el jugo de naranja y las alternativas a la leche no láctea (como la leche de soya o de almendras) brindan entre el 5 % y el 25 % del valor diario recomendado (RDA) de vitamina D, señala Zumpano.
Podría ser necesario un suplemento si el nivel de vitamina D en la sangre de su hijo está por debajo del rango normal pero primero hay que saber que tan bajo pueden estar los niveles eso se hace con el apoyo de un especialista y un análisis de sangre.
UN SISTEMA INMUNOLÓGICO FUERTE EVITA ALGUNAS ENFERMEDADES
La cantidad de vitamina D que necesita cada día depende de su edad. Las cantidades promedio diarias recomendadas para niños y adolescentes se enumeran a continuación en microgramos (mcg) y unidades internacionales ( UI ):
Nacimiento a 12 meses: 10 mcg (400 UI).
Niños de 1 a 12 años: 15 mcg (600 UI).
Adolescentes de 13 a 19 años: 15 mcg (600 UI).
Uno de los minerales más importantes que pueden ayudar al sistema inmunológico de un niño es el zinc. Las ostras, la carne roja y las aves son algunas de las mejores fuentes. Los frijoles y las nueces también son una buena fuente de zinc.
Según el Instituto Nacional de Salud (NIH), la ingesta diaria recomendada de zinc para niños es:
Nacimiento a 6 meses: 2 mg.
Bebés de 7 a 12 meses: 3 mg.
Niños de 1 a 3 años: 3 mg.
Niños de 4 a 8 años: 5 mg.
Niños de 9 a 13 años: 8 mg.
Adolescentes de 14 a 18 años (niños): 11 mg.
Adolescentes de 14 a 18 años (niñas): 9 mg.
Los NIH también señalan que es posible tener demasiado zinc y provocar náuseas, vómitos, pérdida de apetito, calambres estomacales, diarrea y dolores de cabeza.
“Un buen sueño reparador es crucial para los niños”, dice ella. “Dormir es cuando nuestro cuerpo descansa, se regenera y sana. Es una parte esencial para mantener nuestro sistema inmunológico funcionando lo mejor posible”.
También es clave hacer ejercicio, reducir el estrés.
Con información de Cleveland Clinic.
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