Mitos del acné en adolescentes: Lo que hay que saber
El acné aparece en la adolescencia y muchas veces se puede extender a la adultez.
Para controlar el acné lo más recomendable es visitar a un especialista. | Archivo GH.
El acné ocurre cuando los folículos pilosos se tapan con grasa y células cutáneas muertas. Según Mayo Clinic, puede causar puntos blancos, negros o granos.
Es más común entre los adolescentes, aunque afecta a personas de todas las edades. Esto puede afectar su confianza, estado de ánimo, relaciones personales. Pueden causar con el tiempo cicatrices permanentes.
El portal de Cincinnati Children’s comparte cinco mitos sobre el acné en adolescentes:
Mito 1 Reventar un grano ayuda a que sane más rápido: Esto lo que hará es inflamar más y aumentará la probabilidad de que queden cicatrices.
Mito 2 Solo hay una línea de tratamiento: El dermatólogo va a determinar el tipo y la gravedad de su acné. Incluirá una combinación de algunos productos tópicos. No todos los tratamientos son para un tipo de piel, porque dependiendo de cómo se encuentre el rostro este puede cambiar.
OTROS MITOS QUE EXISTEN SOBRE EL ACNÉ
Mito 3 Desaparecerá dentro de una semana: Eliminar el acné requiere consistencia y persistencia.
Mito 4 Los adolescentes tienen acné porque no se lavan la cara: Es útil lavarse la cara una o dos veces al día. Hay que evitar frotarse con o lavarse la cara en exceso, porque puede resecar e irritar demasiado la piel.
Mito 5 Los alimentos grasosos causan acné: Esto puede no causar directamente acné o engrasar la piel. Evidencias sugieren que el consumo excesivo de alimentos con alto índice glucémico, algunos productos lácteos y azúcares refinados pueden empeorar el acné.
Los signos del acné varían según la gravedad de la afección:
- Puntos blancos
- Espinillas
- Irregularidades sensibles rojas y pequeñas
- Granos que son pápulas con pus en la punta
- Bultos grandes, sólidos y dolorosos debajo de la piel
- Bultos dolorosos llenos de pus debajo de la piel
El acné suele aparecer en la cara, la frente, el pecho, la parte superior de la espalda y los hombros.
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