Estudian si los movimientos variados en el ejercicio pueden apoyar con la salud mental
Un estudio dirigido por un experto de la universidad de Basilea se refirió a la actividad física y sus implicaciones en la salud mental.
El profesor y doctor Andrew Gloster de la Universidad de Basilea fue el encargado de llevar a cabo la investigación. Los resultados fueron publicados en la revista especializada BMC Psychiatry.
Diversos estudios indican que el ejercicio no solo promueve la salud física, sino mental. Estos se centró en la influencia de los programas de ejercicio consciente. “Por otro lado, se sabía poco acerca de si los patrones de movimiento diarios elegidos naturalmente también influyen en la salud mental”, explica Gloster.
Investigadores de las Clínicas Psiquiátricas Universitarias de Basilea recopilaron datos de GPS de 106 pacientes con trastornos mentales que habían dado su consentimiento. Participantes del estudio recibieron teléfonos inteligentes adicionales que llevaran por una semana
Esto permitió a los investigadores comprender sus movimientos sin afectar la rutina diaria de los pacientes. Luego, el equipo de investigación comparó los datos de movimiento con encuestas de los participantes sobre su bienestar y los síntomas de su enfermedad mental.
Los resultados mostraron que cuanto más personas se movían y más variados eran sus movimientos, mayor era la sensación de bienestar. Sin embargo, no fue posible determinar ninguna influencia sobre los síntomas. "Nuestros resultados indican que la actividad por sí sola no es suficiente para tratar los trastornos mentales, pero al menos puede mejorar el bienestar subjetivo", explica Gloster.
Dado que muchas actividades sociales y ofertas de ocio dejaron de existir durante este tiempo, es probable que los patrones de movimiento de muchas personas se hayan vuelto más monótonos.
Varios estudios de grupos de investigación de la Universidad de Basilea han demostrado que la pandemia es una carga para la psique de la población. Los resultados del equipo de Gloster sugieren que los patrones de movimiento restringidos también podrían desempeñar un papel.
Con información de Universidad de Basel.
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