¿Cuándo la hipoxia cerebral puede poner en riesgo tu vida?
La hipoxia cerebral se produce cuando no llega suficiente oxígeno al cerebro. Recordemos que se necesita constantemente un suministro de éste y nutrientes para que funcione.
Las células que están en el cerebro son muy sensibles por la falta de oxígeno. | Pixabay.
Las causas de la hipoxia pueden ser variadas algunas de ellas casos extremos como por inhalación de humo, intoxicación con monóxido de carbono, asfixia, sofocamiento, o también por presión en la tráquea, enfermedades que impiden el movimiento (parálisis) de los músculos de la respiración, como la esclerosis lateral amiotrófica (ELA)
Asimismo podría registrarse esto por un paro cardíaco, arritmia, complicaciones de anestesia general, accidente cerebrovascular, presión arterial muy baja. Las células que están en el cerebro son muy sensibles por la falta de oxígeno.
Tanto así que algunas de ellas empiezan a morir en menos de cinco minutos si llega a ocurrir esta interrupción. La hipoxia puede causar rápidamente la muerte o daño cerebral grave.
Los síntomas de la hipoxia cerebral leve incluyen: Cambio en la atención, deterioro de la capacidad de discernimiento, falta de coordinación en los movimientos. Si es severa podría ocurrir incluso ausencia de respiracón y respuesta de la pupila del ojo a la luz.
El tratamiento que se haga por esto va a depeder de la causa de la hipoxia. Lo más importante es la reanimación cardiopulmonar básica.
Si el cerebro estuvo sin oxígeno por un periódo breve, puede ser reversible el daño. La persona puede tener un reestablecimiento completo o parcial de sus funciones.
La mayoría de las personas que tienen una recuperación completa solo estuvieron inconscientes por un breve período. Cuanto más tiempo permanezca una persona inconsciente, mayor será el riesgo de muerte o de muerte cerebral y menores las probabilidades de una recuperación.
Si llega a ocurrir complicaciones esto podría llevar a un un estado vegetativo prolongado. Estas personas generalmente mueren al cabo de un año, aunque algunas pueden sobrevivir por más tiempo.
Con información de Medlineplus.
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