Fentanilo: Regulador sanitario de Ecuador pide que se le reporte posible venta irregular
Según el Instituto Nacional de Drogas en Estados Unidos, el fentanilo es un fuerte analgésico opioide sintético.
El fentanilo es medicamento muy fuerte más que la morfina. | Foto de Artem Podrez en Pexels.
En Ecuador, la Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (Arcsa) recomendó este jueves a la población que reportar cualquier venta o distribución irregular de medicamentos que contengan fentanilo.
Esto es un opioide sintético hasta 50 veces más potente que la heroína y 100 más que la morfina. En un comunicado que el fentanilo se encuentra clasificado en Ecuador como un "estupefaciante", de modo que los medicamentos que contengan esta sustancia en su composición "están sujetos a medidas de fiscalización especiales".
Entre esas medidas está la venta de estos medicamentos "únicamente bajo prescripción en receta especial".
"En Ecuador, los medicamentos que contienen fentanilo son dispensados bajo estrictas medidas de control que se mantienen en toda la cadena de comercialización", aseveró el órgano regulador de Ecuador en su comunicación.
MANTENDRAN VIGILANCIA ACTIVA PARA EVITAR IRREGULARIDADES CON EL FENTANILO
La Agencia anticipó que seguirá realizando una vigilancia sanitaria activa en todos los establecimientos farmacéuticos que manejan este tipo de medicamentos, con el fin de evitar que productos o establecimientos incumplan con la legislación sanitaria vigente y representen un riesgo para la salud de la población.
Asimismo, aconsejó adquirir productos que declaren registro sanitario ecuatoriano vigente, y que estos sean únicamente adquiridos en establecimientos debidamente autorizados.
Los casos más recientes de sobredosis relacionadas con el fentanilo en países como Estados Unidos están vinculados a producciones ilícitas de esta sustancia, que se distribuye en mercados de drogas ilegales por su efecto similar al de la heroína.
Con frecuencia se añade a otras drogas debido a su extrema potencia, lo que hace que se vuelvan más baratas, más potentes, más adictivas y más peligrosas, según la advertencia realizada por el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés) de Estados Unidos.
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