Shakira busca "cuidar el bienestar psicológico y emocional" de sus hijos en su nueva etapa

Shakira se mudó de Barcelona  en España a la ciudad de Miami en Estados Unidos para comenzar una nueva etapa en su vida junto a sus hijos Milán y Sasha, tras la ruptura con el padre de ellos Gerard Piqué.

Pidió en un comunicado compartido a medios de comunicación que se respetara la privacidad de los pequeños en esta nueva ciudad, ya que en España vivían en un constante asedio y persecución. 

“Mis hijos, Milan y Sasha han vivido un año muy difícil, sufriendo un incesante asedio y una persecución sin tregua por parte de paparazzi y varios medios de comunicación en Barcelona”.

Dice que su objetivo es que lleven una vida sana y feliz además de poder garantizarles a ambos bienestar psicológico y emocional, tras la separación de Gerard Piqué. 

“Les ruego abstenerse de seguirlos hasta la salida o entrada del colegio, esperarlos en la puerta de nuestra casa, o perseguirlos hasta sus actividades extra-escolares, y lúdicas tal y como ha sucedido cada día en Barcelona con el fin de obtener capturas fotográficas o mejores ratings”, dijo 

Ellos son menores de edad (8 y 10 años) y que solo desean salir a la calle y asistir al colegio sintiéndose a salvo y además de tener la tranquilidad de no ser perseguidos o sometidos al escrutinio constante de las cámaras.

SHAKIRA Y PIQUE: LO QUE SIGNIFICA PARA LOS NIÑOS ESTAR EN MEDIO DE UNA SEPARACIÓN AMOROSA 

Los niños pequeños no entienden lo que sucede y oros se pueden sentir abrumados por el temor al abandono total o se  refugian en fantasías de reconciliación.

Según el portal Psicoactiva, los niños necesitan ajustarse a la pérdida del padre que no vive con ellos.  Algunos niños necesitan años para enfrentar estas pérdidas y otros nunca lo logran.

Otros logran superar  con éxito todas estas situaciones.

Lo que se recomienda ante esta situación es que si los niños están conscientes que sus padres continuarán actuando como padres a pesar que el matrimonio o la unión se termine. 

Las disputas prolongadas pueden hacer mucho daño a los hijos y acrecentar el daño que les hace el divorcio. Las investigaciones demuestran que los niños se desarrollan mejor cuando los padres tienen la capacidad de cooperar para su bienestar.