¿Qué es lo que provoca la artritis reumatoidea?
Una enfermedad no controlada tienen mayor riesgo de sufrir enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares.
La artritis reumatoide es una forma de artritis que causa dolor, inflamación, rigidez y pérdida de la función de las articulaciones. Puede afectar cualquier articulación, pero es común en las muñecas y los dedos. Sin embargo, de acuerdo con Mayo Clinic esta puede dañar distintos sistemas corporales, incluida la piel, los ojos, los pulmones, el corazón y los vasos sanguíneos.
El Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades (NIH) dice que puede originar un cansancio inusual, fiebres esporádicas y pérdida del apetito. Esta afección puede comenzar afectando pocas articulaciones, pero si no se trata puede empeorar y afectar otras articulaciones.
Se produce cuando el sistema inmunitario (el sistema de defensa del cuerpo) no funciona de forma apropiada. La artritis reumatoide (AR) causa dolor e inflamación. La inflamación asociada a la artritis reumatoide es lo que también puede dañar otras partes del cuerpo.
Actividad física para aumentar la fuerza muscular
Las personas cuya enfermedad no está bien controlada, tienen mayor riesgo de sufrir enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares.
Es importante hacer actividad física la mayor parte del tiempo, los ejercicios periódicos de bajo impacto, como caminar, pueden aumentar la fuerza muscular. Esto mejorará su estado de salud general y reducirá la presión sobre sus articulaciones, pero deberá disminuir las actividades a veces, cuando la enfermedad empeora. Por lo general, el reposo ayuda cuando una articulación está inflamada.
De acuerdo con el portal de American College Rheumatology, es importante tener un diagnóstico certero, pues existen enfermedades que pueden confundirse con la AR. Entonces, reumatólogo lo ayudará a encontrar el mejor plan de tratamiento para su enfermedad.
Los reumatólogos son médicos especializados en el diagnóstico y tratamiento de la artritis y otras enfermedades de las articulaciones, los músculos y los huesos. Por lo tanto, son los más idóneos para realizar un diagnóstico apropiado de la AR.