Cajera muere de un infarto en jornada laboral; denuncian que fue por el maltrato de su jefe
Mónica sufría de acoso laboral desde hace tres años, indicó una denuncia.
Una mujer que trabajaba como cajera en la ciudad de Concepción, Chile, murió de un paro cardiaco durante su jornada laboral, informó El Clarín.
Según el medio, Mónica Vasquéz se desplomó el pasado 20 de enero en el área de cajas cuando cumplía con su horario de trabajo. Posteriormente, el informe médico señaló que la causa de muerte fue un infarto fulminante.
De acuerdo con una denuncia de Karen González, presidenta de la Federación Nacional del Trabajador Walmart, la víctima sufría acoso laboral desde hace tres años y pese a que se presentaron denuncias y 'códigos de ética contra el administrador' no se obtuvieron respuestas para el caso de la mujer.
SU JEFE IGNORÓ INDICACIONES DE SALUD
Horas antes de su fallecimiento, la empleada presentó un comprobante médico con indicaciones para cumplir con su jornada laboral, el cual señalaba que necesitaba trabajar sentada a causa de problemas en sus piernas, sin embargo, su jefe ignoró el documento, mencionaron testigos.
Varios compañeros de trabajo de Mónica mencionaron que el jefe envío a la cajera al área de autoservicio donde laboraba de pie en vez de mandarla a las cajas comunes, donde podía estar sentada.
De acuerdo con el medio, los trabajadores tenían miedo al jefe e incluso éste los amenazaba con ser desvinculados de su trabajo si hablaban.
En el caso particular de Mónica, se dijo que el jefe la trataba mal y vulneraba sus derechos fundamentales como persona en presencia de clientes y de compañeros.
Por su parte, la empresa compartió un comunicado para expresar sus condolencias por el fallecimiento de una colaboradora; negó cualquier tipo de denuncia laboral y aseguró que siempre se reconoció a Vasquéz por su labor.
ESTRÉS, UN DESENCADENANTE DE INFARTO
La Fundación Española del Corazón explica que existe una relación entre el estrés y los eventos coronarios mayores.
Sin embargo, la verificacióon de esta presunción se ve obstaculizada debido a que no existe una prueba científica para cuantificar el grado de estrés emocional.
No obstante, se ha demostrado que el riesgo de infarto agudo de miocardio aumenta durante las dos horas siguientes a un episodio significativo de alteración emocional.
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