Es trasplantado con éxito un hígado que paso 72 horas fuera del cuerpo humano
El hígado requiere no pasar más de doce horas fuera del cuerpo humano
Para realizar un transplante de hígado, es indispensable que el órgano que será donado no pase más de 12 horas fuera del cuerpo, un obstáculo que se puede resolver gracias a una nueva tecnología que permite almacenar el hígado durante al menos tres días, como se ha demostrado con un paciente que sigue sano un año después de recibir el órgano.
El equipo, dirigido por Pierre-Alain Clavian, del Hospital Universitario de Zúrich, intentó mantener el hígado fuera del cuerpo durante tres días utilizando una máquina que implementa una técnica conocida como perfusión normométrica ex situ, según el portal de Televisa.
La técnica consiste en perfundir órganos dentro de un rango de temperaturas consideradas fisiológicas (de 34 a 37 grados), con lo que su funciones metabólicas están activas, y no “en reposo”, como ocurre con la perfusión hipotérmica (a bajas temperaturas), explica Bautista.
El equipo usa para ello sangre humana de banco de sangre, que “hace la perfusión aún más fisiológica, o parecida a como ocurre in vivo”.
Lo que “hace especial” la técnica del equipo es el uso de una maquina desarrollada con ingenieros de la Escuela Politécnica Federal de Zúrich (ETH) que permite monitorizar y controlar numerosos parámetros de funcionalidad. “Con ello destaca Bautista hemos conseguido mantener los hígados en buenas condiciones por varios días”.
Tras un año del transplante el paciente sigue sano
La persona que recibio el órgano fue un hombre de 62 años que padecía de cirrosis avanzada, hipertensión portal grave y carcinoma hepatocelular (CHC) múltiple y recurrente, cabe mencionar que el paciente fue informado de la técnica a la que el órgano iba a ser sometido.
El transplante se llevo a cabo en mayo 2021, el hígado funcionó con normalidad, con “una lesión mínima” al volver el flujo a los vasos sanguíneos internos, escriben los autores.
El paciente solo requirió un régimen inmunosupresor básico durante las primeras seis semanas y “recuperó rápidamente la calidad de vida, sin ningún signo de daño hepático.
Una de las autoras de la investigacion publica hoy Nature Biotechnology, Lucía Bautista Borrego, del Hospital Universitario de Zúrich menciona que es un tecnología que aún requiere de más ensayos antes de pensar en su uso habitual, pero que abre una ventana para “aumentar el número de órganos trasplantables, así como reducir las listas de espera y, sobre todo, salvar muchas vidas”.
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