Gripe aviar: Ecuador sigue tomando muestras de aves muertas en playas y descartar contagios
La gripe aviar es una enfermedad infecciosa que principalmente afecta a las aves.
La gripe avisar ha puesto en alerta a varios gobiernos del mundo. | Foto de Soumadeep Das en Pexels.
Más muestras para analizar si la gripe aviar ha llegado a la fauna silvestre de Ecuador fueron tomadas a aves que aparecieron muertas en playas del país, según reportó en las últimas horas mediante Twitter el Ministerio de Ambiente y Transición Ecológica.
Las muestras fueron recogidas en el perfil costero de Puerto Engabao, del municipio de Playas de Villamil, por personal de la Dirección Zonal 5 del Ministerio, que se ocupa, entre otras provincias, de Guayas, Santa Elena y Los Ríos, pertenecientes a la costa sur continental del país.
En ese mismo sector también recogieron los especímenes fallecidos para su disposición final.
Una inspección similar se realizó a finales de junio en playas de la provincia de Manabí, que se encuentra en la costa central continental de Ecuador.
SE MANTIENEN MONITOREANDO PARA PREVENIR CASOS DE GRIPE AVIAR
Hasta ahora no se ha reportado evidencia oficial de que la gripe aviar esté afectando a la fauna silvestre costera de Ecuador como sucedió meses atrás en Chile y Perú, donde miles de animales, como lobos marinos, pingüinos y otras aves, aparecieron muertos en playas producto de un brote de este virus.
Sin embargo, Ecuador sí registró el año pasado considerables focos de gripe aviar en granjas de la industria aviar situadas en la región andina, donde murieron o fueron sacrificadas al menos 1.2 millones de aves y que llegaron a causar incluso el contagio de una niña, según las informaciones oficiales.
La Organización Panamericana de la Salud menciona que la forma más común por la que el virus se introduce en un territorio es a través de aves silvestres migratorias.
El riesgo para la transmisión de aves a humanos es el contacto directo o indirecto con animales infectados o con ambientes y superficies contaminadas por heces.
El desplume, la manipulación de cadáveres de aves de corral infectadas y la preparación de aves de corral para el consumo, especialmente en entornos domésticos, también pueden ser factores de riesgo.
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