Las siestas diurnas largas podrían ser una señal temprana de demencia: Estudio
El estudio se alejó de la teoría de que la siesta diurna podría ayudar a compensar el escaso sueño nocturno.
Investigadores encontraron que el exceso de siestas diurnas podrían ser una señal temprana de demencia. | Unsplash
Un estudio reveló que las siestas diurnas entre las personas mayores puede presagiar la enfermedad de Alzheimer y otras demencias.
La investigación, publicada en la revista académica Alzheimer's and Dementia: The Journal of the Alzheimer's Association, señaló también que una vez que se diagnostica la demencia, el deterioro cognitivo leve, la frecuencia y/o duración de la siesta se aceleran muy rápido.
De tal forma, especialistas de la Universidad de California en San Francisco, la Facultad de Medicina de Harvard y el Brigham and Women's Hospital, se alejan de la teoría de que la siesta diurna en adultos mayores les ayudaría a compensar el escaso sueño nocturno.
RELACIÓN ENTRE SIESTAS DIURNAS Y DEMENCIA
La doctora Yue Leng, profesora asistente de Psiquiatría de la Universidad de California en San Francisco, mencionó que descubrieron que la relación entre el exceso de siesta diurna y la demencia se mantenía tras ajustar la cantidad y calidad del sueño nocturno
Los resultados de este trabajo concuerdan con las conclusiones de un estudio anterior que llevó a cabo Leng, en el cual descubrió que dormir la siesta por dos horas al día incrementaba el riesgo de deterioro cognitivo en comparación con dormir siestas de menos de 30 minutos diarios.
Para este estudio, el equipo de académicos siguió los datos de mil 401 personas mayores, de edad media de 81 años y de los que casi tres cuartas partes eran mujeres.
Los participantes llevaban un dispositivo similar a un reloj que registraba la movilidad y cada periodo prolongado de inactividad desde las 9 de la mañana hasta las 7 de la tarde se interpretaba como una siesta.
Tras un análisis, los investigadores encontraron que los participantes que dormían la siesta por más de una hora al día tenían un riesgo de desarrollar Alzheimer 40% mayor que quienes dormían menos de una hora diaria y los adultos mayores que dormían la siesta al menos una vez al día tenían un 40% más de riesgo de desarrollar Alzheimer que los que dormían la siesta menos de una vez al día.
Leng señaló que el estudio demuestra por primera vez que la siesta y la enfermedad de Alzheimer parecen impulsar los cambios de la otra parte de forma bidireccional. No obstante, consideró que no tienen suficientes pruebas para obtener conclusiones sobre una relación causal, pero la siesta diurna excesiva podría ser señal de envejecimiento acelerado del proceso de envejecimiento cognitivo.
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