La sudoración nocturna está estrechamente relacionada con la menopausia
La menopausia es un cambio normal en la vida de las mujeres y suele ocurrir entre los 45 y 55 años de edad.
La menopausia se produce cuando la mujer no tiene su período menstrual por 12 meses seguidos. Algunas personas le llaman “el cambio” o “edad crítica”.
Cuando se llega a esta etapa el cuerpo de la mujer produce menos cantidad de hormonas llamadas estrógeno y progesterona. Al acercarse la menopausia, es posible que sienta lo siguiente:
- Cambios en su período menstrual, como variaciones en el flujo menstrual o el intervalo entre períodos menstruales.
- Sensaciones repentinas de calor (“sofocos o calores”) en la cara, el cuello y el pecho.
- Sudores nocturnos que pueden dar lugar a problemas para dormir y sentirse cansada, estresada o tensa.
- Cambios vaginales, como sequedad en la vagina y tejido vaginal que se vuelve más delgado, además de dolor durante las relaciones sexuales.
- Pérdida de calcio en los huesos, lo que puede reducir su estatura y causar fracturas de los huesos (osteoporosis).
De acuerdo a Standford Children's cuando el estrógeno baja, es probable que sienta sofocos y sudores nocturnos.
Algunas mujeres buscan ayuda profesional para aliviar los síntomas si se vuelven muy incómodos para llevar el día a día. Si optan por tratamiento hormonal, pueden consumir estrógeno.
No deben recibir tratamietno con hormonas para la menopausia aquellas mujeres que puedan creer estar embazadas, con problemas de sangrado vaginal, padecieron de ciertos tipos de cáncer, tuvieron derrame cerebral o un ataque al corazón, presentaron coágulos en la sangre o tuvieron alguna enfermedad del hígado.
Para aliviar estos problemas, es muy común que se recete a mujeres estrógeno o estrógeno con progestágeno (otra hormona sintética). Según la FDA podría utilizarse medicamentos y otras cosas para cuidar los huesos sobre todo porque en esta etapa suele haber mayor descalcificación.
Toma en cuenta lo siguiente:
El cuidado preventivo de la salud a medida que envejeces consiste en realizar los exámenes de detección recomendados, entre ellos colonoscopia, mamografía y determinación del valor de los triglicéridos.
El médico podría recomendarte otros exámenes y pruebas, como por glándula tiroides, si tus antecedentes lo justifican, y exámenes pélvicos y de las mamas.
Con información de FDA y Mayo Clinic.