¿El cuero cabelludo y las axilas pueden considerarse como una zona erógena?
El erotismo juega un rol en ciertas zonas corporales que se prepara para responder con facilidad un papel importante la estimulación sexual.
Investigadores de la Universidad de Witwatersrand en Sudáfrica, liderados por el profesor Olvier Turnbull, de la Universidad de Bangor, puso a prueba una teoría que fue propuesta en el año 90 por el neurocientífico Vilayanur Ramachandran.
Por lo general las zonas erógenas limitan con áreas genitales en alguno de nuestros mapas cerebrales. Por ejemplo detallan que el mapa de la corteza sematosensorial, los pies se localizan junto a los genitales y por eso se puede considerar erógena.
En medio de este estudio publicado en Muy Interesante, el equipo de investigadores pidió a un grupo de personas calificar a 41 partes del cuerpo, según el nivel de erotismo que estas producen.
A pesar de muchos factores, casi que todos los participantes consideraban las mismas zonas erógenas y entre hombres y mujeres las diferencias eran mínimas.
El profesor Turnbull cree que no sería el mapa cerebral el responsable de determinar las zonas erógenas, sino la ínsula; que sería responsable de las emociones y la percepción del tacto.
El gobierno de las Islas Baleares publicó un artículo sobre sexualidad específicamente de las zonas erógenas y las mismas vienen de dos tipos de zonas llamada una de ella las primarias que son genitales y perineo y las generales que es el resto del cuerpo, pero estas últimas no todas son erógenas.
Cuando se estimula a través de todos los sentidos (imágenes, olores, sabores, sonidos, tacto) tienen una gran capacidad de erotizar.
Por eso a continuación compartimos algunas zonas erógenas más comunes y otras quizás no tanto que no tienen que ver con las áreas genitales:
Cuero cabelludo: Puede producir relajación pero también como un centro de estimulación mientras se acompaña con palabras que lleven a la excitación.
Cuello, cogote, zona de la clavícula, axilas, laterales del tórax y espalda: Producen excitación y una sensación muy próxima al placer.
Pechos: En el caso de las mujeres son más sensibles a la estimulación que los masculinos.
Ojos: Puede resultar muy estimulante, por los nervios que confluyen en los mismos.
Orejas: Si se acompaña con un movimiento leve y delicado del lóbulo de la oreja y de la parte de atrás de la oreja puede producirse una gran excitación.
Labios y boca: Si es acompañado de caricias y estimulación genital, puede llegarse fácilmente a la excitación y al orgasmo.
Brazos e interior de los muslos Es sensible aquella que se encuentra en la parte anterior al codo. También es muy sensible la parte interior de los muslos.
Pies, tobillos y piernas: Un suave masaje en la planta del pie, siguiendo por los tobillos y las piernas hasta llegar al interior de los muslos puede ser muy excitante.
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